La crisis del COVID-19 está teniendo un efecto devastador en todos los sectores sociales y económicos La OIT ha elaborado un conjunto de informes para analizar los efectos de la pandemia en varios sectores y las medidas adoptadas para paliar sus efectos.
La crisis del COVID-19 está teniendo un efecto devastador en trabajadores y empleadores de todos los sectores. Los trabajadores que prestan servicios esenciales, en particular en el ámbito sanitario y el de respuesta a situaciones de emergencia en primera línea, corren un elevado riesgo de infección. Los empleados de supermercados, las azafatas de vuelo y los trabajadores del sector automovilístico se encuentran entre los que han visto amenazada su salud y sus medios de subsistencia como consecuencia de la pandemia.
La OIT ha elaborado un conjunto de informes para analizar la repercusión de la crisis en varios sectores sociales y económicos, en particular en los servicios públicos de emergencia (SPE), los servicios sanitarios y educativos, el comercio minorista de alimentos, la industria automovilística, el turismo, la aviación civil, la agricultura, la navegación marítima y la pesca, así como las industrias textil y de fabricación de prendas de vestir, cuero y calzado. En dichos informes se pone de manifiesto el valor demostrado por los trabajadores de los servicios sanitarios y de emergencia pública al luchar contra la pandemia, así como por los profesores, la gente de mar, los comerciantes y otros trabajadores esenciales para nuestra sociedad.
También revelan pérdidas a gran escala, tanto en materia de productividad como de empleo, en todos los sectores. Los países en desarrollo van a ser los más afectados, y el nivel de pobreza será cada vez mayor.
Debemos aumentar la inversión para ofrecer condiciones de trabajo seguro y decente a los trabajadores que desempeñan su labor en primera línea y evitar que esta pandemia deje secuelas a largo plazo en las economías, las personas y el empleo."
Alette van Leur, directora del Departamento de la OIT de Políticas Sectoriales
En los análisis también se recogen las drásticas medidas adoptadas por gobiernos, empleadores y trabajadores para detener la propagación del virus y mitigar su incidencia en empresas y medios de subsistencia, así como en la economía en su conjunto. Dichas medidas han hecho hincapié en cuatro objetivos a corto plazo, a saber, la protección de los trabajadores en el lugar de trabajo; el apoyo a las empresas, al trabajo y al mantenimiento de los ingresos; el fomento de la economía y del empleo; y la promoción del diálogo social sobre la base de las normas internacionales del trabajo para que todos los países y sectores se recuperen de forma rápida y eficaz. “Muchos de nuestros Estados Miembros están adoptando medidas que no tienen precedentes para proteger a los trabajadores que desarrollan su labor en primera línea y paliar los efectos en las empresas, los medios de subsistencia y los miembros más vulnerables de la sociedad”, señala Alette van Leur, Directora del Departamento de la OIT de Políticas Sectoriales. “Debemos aumentar la inversión para ofrecer condiciones de trabajo seguro y decente a los trabajadores que desempeñan su labor en primera línea y evitar que esta pandemia deje secuelas a largo plazo en las economías, las personas y el empleo”.
La OIT ha instado a los gobiernos a ampliar las medidas de protección social para todos en los sectores afectados y brinda asesoramiento sobre medidas que faciliten el mantenimiento del empleo y promuevan el trabajo a tiempo parcial y las vacaciones remuneradas, entre otros tipos de subsidios, con objeto de que las economías, los mercados laborales y los sectores industriales se vean más fortalecidos y sean más resilientes y sostenibles cuando remita la pandemia.
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