Esta ciencia interdisciplinar pretende dar respuesta a una serie de necesidades surgidas en el mundo del deporte como son las siguientes:
· Proporcionar asistencia psicológica a atletas, equipos, así como asesoramiento a entrenadores, preparadores físicos y docentes.
· Optimizar los recursos personales del deportista y contribuir en el progreso de la calidad del manejo táctico y de comunicación.
· Desarrollar técnicas para el entrenamiento de habilidades mentales como la concentración, gestión de estrés y ansiedad,…
El cuerpo y la mente tienen una estrecha relación. Cuando experimentamos cualquier emoción nuestro cuerpo genera una serie de respuestas como la segregación de sudor, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, tensión muscular,… Debido a esta afectación directa en nuestro organismo, originada por nuestros estados emocionales, podemos concluir que tan importante es entrenar nuestro cuerpo como nuestra mente.
Es necesario que el deportista goce de una buena salud psicológica para poder conseguir una mejora en los siguientes ámbitos:
· Concentración: Es necesario que el estado psicológico y emocional sea el adecuado para que pueda focalizar todas sus energías y recursos en conseguir el objetivo planteado.
· Atención: Para evitar distracciones innecesarias y facilitar un foco atencional que le permita percibir todos los componentes que se desarrollan en la zona de juego, pudiendo llevar a cabo las respuestas esperadas con la máxima eficacia.
· Motivación: Deberá ser capaz de movilizar sus energías internas con la finalidad de conseguir la mejor utilización posible de sus propios recursos.
· Comunicación: Sabiendo gestionar sus propias emociones para establecer lazos de conexión armónicos y eficaces con los componentes de su propio equipo (cooperación), así como para hacer frente a sus rivales (competencia).
Para conseguir resultados óptimos en los campos anteriores, es necesario que el deportista conozca una serie de herramientas o técnicas que le faciliten la consecución de un estado mental que le ayude a desarrollar su máximo potencial. Algunas de estas herramientas pueden ser las siguientes:
· AUTOCONOCIMIENTO. El deportista deberá tomar conciencia en todo momento de cuál es su estado emocional y anímico, tanto durante los entrenamientos como en los momentos previos a la competición o durante el propio partido o prueba. ¿Me siento motivado? ¿Estoy nervioso? ¿Me encuentro con confianza y seguridad? ¿Me estoy implicando en los entrenamientos todo lo que debería? ¿…?
· RELAJACIÓN. A través de cualquier práctica meditativa como el Yoga o el Mindfulness, o simplemente tomando conciencia de su respiración y tratando de ralentizarla, dándole un cariz más diafragmático; el deportista puede aprender técnicas de relajación que le ayuden a calmarse cuando se sienta nervioso, o a hacer frente al estrés durante el periodo de entrenamiento intenso.
· VISUALIZACIÓN. El atleta podrá visualizar en su mente con detalle cómo llevará a cabo los gestos técnicos para realizar la prueba competitiva. Este ejercicio facilita la activación muscular de los grupos muscularse implicados en el gesto deportivo, y propicia un estado mental de concentración en la prueba en cuestión.
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