PLAYLIS NUEVA EN SPOTIFY
La recomendación de esta semana en nuestra cuenta de Spotify, es la nueva playlist de música Jazz. Por esto te compartimos a continuación el link para que vayas y conozcas un poco más de este género y si es que no lo conoces ve y escúchala sabemos que te va a encantar:
Y para que te interese más este tipo de música te compartimos su historia a continuación:
HISTORIA DEL JAZZ
Origen y nacimiento
El jazz es un género musical, nacido a mediados del siglo XIX en Estados Unidos, que se expandió de forma global a lo largo de todo el siglo XX. Su comienzo es un tanto peculiar: las personas esclavas de origen africano, residentes en zonas sureñas de Estados Unidos, tenían por costumbre manifestar sus tradiciones tocando diferentes tipos de tambores y cantando. A causa de restringir por ley esta habitual rutina, recurrieron a la percusión mediante las palmas de las manos y el batir de los pies para disfrutar de sus fiestas y su música. Sin embargo, la prohibición no tuvo vigor en la llamada Place Congo de Nueva Orleans, en la que los esclavos tenían libertad para reunirse, cantar y acompañarse de verdaderos instrumentos de percusión artesanos. Aun así, el jazz no sólo tuvo influencia en la música tradicional de estas gentes.
Una aportación importante a destacar fue el minstrel, un espectáculo que mezclaba elementos de la opereta con números musicales basados en los “cantos de las plantaciones”. Se generalizaron a partir de 1820, interpretados por actores y cantantes blancos que actuaban con la cara tiznada. Su música se basaba en las óperas inglesas. A partir de la Guerra de Secesión, surgieron importantes cambios en la vida musical estadounidense. En 1865, los esclavos fueron declarados libres y pudieron gozar de sus derechos. Esto dio lugar a la aparición de nuevos estilos como el ragtime, en el sur de los Estados Unidos, en Saint Louis (1870), que fueron los antecedentes del jazz que hoy conocemos.
El jazz en 1910
Los géneros precursores del jazz fueron los siguientes: el dixieland, nacido hacia 1910, interpretado por agrupaciones compuestas por tres instrumentos básicos: la tuba, la corneta y el saxofón más la batería, el bajo, el clarinete y el trombón que se encargaban de la base rítmica; y más tarde el ragtime, cuyo máximo exponente fue Scott Joplin. Este último género se basaba en una mezcla particular de acentos y síncopas, siendo habitualmente interpretado por un pianista.
Años 20
En Saint Louis existía la costumbre de acompañar los funerales con música de banda. Lo hacían de forma lenta, triste y pausada al ir al cementerio y alegre al volver, provocando que la gente fuera bailando tras ellos. Tanta popularidad adquirieron estas bandas que se las empezó a contratar en los burdeles para tocar música de baile. En 1917 las autoridades cerraron el barrio de burdeles de Storyville de Nueva Orleans, donde actuaban, y las bandas emigraron al norte, a las ciudades de Chicago y Nueva York, donde fueron contratadas por clubes que en su mayoría eran propiedad de las mafias, iniciándose así la expansión del jazz.
Años 30
En los años treinta el jazz consigue un gran nivel profesional y aparecen los grandes solistas que improvisan siguiendo el esquema armónico apropiado para cada canción. Había llegado el Swing, las Big Bands y personajes míticos como Duke Ellintong, Count Basie, Benny Goodman y Joe King Oliver. El discípulo de Oliver, Louis Armstrong, fue uno de los grandes revolucionarios de este género. El jazz “se había dignificado” y lo tocaban también los blancos. Esta fue la música de baile que se escuchó tanto en los grandes salones como en los pequeños tugurios estadounidenses de la época.
Años 40
Tras la era del swing, el jazz era conocido y apreciado en todo el mundo, reconocido incluso por compositores clásicos de la talla de Stravinsky. Sin embargo, el término swing gozaba de mala reputación entre los músicos: se consideraba que sólo los profesionales de menor talento se dedicaban a este tipo de música comercial, de modo que los músicos más serios -como Duke Ellington- se estaban alejando del estilo. El declive de las big bands de swing dio lugar a un nuevo tipo de música radicalmente diferente, cuyos únicos rasgos en común consistían en una instrumentación similar y en el interés por la improvisación, el Be Bop. El nacimiento del estilo tuvo lugar en 1941 cuando Dizzy Gillespie, Milt Hinton, Charlie Parker, Thelonious Monk y Kenny Clarke se reunieron en el Minton’s Playhouse de Nueva York para una serie de conciertos informales. Dizzy Gillespie fue uno de los líderes del movimiento, con un estilo trompetístico que resumía perfectamente las características de la nueva música y una serie de temas que entraron a formar parte enseguida del repertorio básico de los músicos bop, como A Night In Tunisia o Salt Peanuts. Charlie Parker fue el otro gran padre del bebop, introduciendo un nuevo lenguaje de improvisación, extendiendo el aspecto melódico y el rango rítmico del jazz hasta ese momento. Con un estilo emocional sorprendente que quedó inmortalizado en clásicos como Yardbird Suite, Ornithology, Donna Lee, Billie’s Bounce o Anthropology, entre otros muchos.
Años 50
El nacimiento formal del movimiento cool tuvo lugar en 1948 con la publicación del álbum Birth of the Cool de Miles Davis. Este trabajo discográfico supuso todo un manifiesto autodefinitorio y una de las grabaciones más influyentes de la historia del jazz. El nuevo estilo se derivaba directamente del bebop, pero resultaba una música más cerebral, que tenía como principal objetivo el establecimiento de una atmósfera “calma y meditativa”. El cool jazz resultó particularmente popular entre músicos blancos como Lennie Tristano -en parte por su alejamiento de las raíces africanas del jazz-, pero también encontró un hueco entre las preferencias de músicos negros que pasaron a ser simples entertainers a adoptar un papel más activo y serio en la búsqueda de su identidad musical. Gunther Schuller fue el iniciador oficial del third stream, una corriente que establecía un puente entre la música clásica y el jazz. Un ejemplo paradigmático fue su Jazz Abstractions (1959). Entre sus principales representantes cuenta también con Bob Graettinger y Gil Evans que produjo, dentro de este estilo, tres trabajos musicales importantes: Gil Evans and Ten (1957), Out of the Cool (1959) o Into The Hot (1961). Bill Evans, junto a Scott LaFaro y Paul Motian, introdujo asimismo un nuevo sonido en el trío de jazz influenciado por la música clásica europea. Otro músico destacado de esta corriente fue George Russell que sobresalió como intérprete de temas modales.
Años 60
En los primeros años sesenta se asistió a una irresistible ascensión del free jazz que, paralelamente, recibió una gran cantidad de rechazos resumibles en una sola frase: «esto no es música». Críticas que, por otra parte, provinieron no solo del público o de periodistas especializados, sino de músicos de jazz, como Roy Eldridge o Quincy Jones. A mediados de la década, prácticamente todos los músicos jóvenes de jazz estaban influidos por el “free”. Hacia 1965, el free jazz se había convertido en una manera de expresión ricamente articulada que abarcaba todas las temáticas y comandaba todas las vías de desarrollo del jazz. Sin embargo, a partir de 1967 comenzó a apreciarse una clara recesión del favor del público respecto del free jazz.
Años 70
El lanzamiento en 1970 de Bitches Brew, un álbum de Miles Davis que contaba con Tony Williams, Ron Carter, Herbie Hancock, Wayne Shorter o John McLaughlin, entre otros, supuso una nueva revolución en el sonido del jazz, introduciendo una instrumentación y unos esquemas rítmicos más cercanos al rock y marcando el inicio de un nuevo género que recibiría posteriormente la denominación de jazz fusión. La influencia de los grupos de rock que estaban experimentando con el jazz en la época terminó de perfilar un género que daría lugar posteriormente a otros muchos subestilos, siendo particularmente evidente en aspectos como la instrumentación de las nuevas bandas de jazz roc
Años 80
El auge del “neo-tradicionalismo” que tuvo lugar con la llegada de la década de 1980 marcó el punto más alto de la crisis que había afectado al jazz desde la popularización masiva del rock, en la década de 1960. El jazz representaba para los negros norteamericanos la alternativa popular a la música clásica, pero en el momento en que comenzó a derivar, primero hacia el free jazz y luego hacia las distintas fusiones que tuvieron lugar en la década de 1970, fue alejándose cada vez más de sus orígenes, entrando en una crisis de identidad que a finales de esa década aún no había sido resuelta.
Años 90 hasta la actualidad
A partir de la década de los 90, este género musical convivió con otros como el rock, el pop, blues etc. Los primeros músicos de jazz de estos tiempos fueron el saxofonista John Zorn; el guitarrista Elliot Sharp, cuyas composiciones son un ejemplo de síntesis de disonancia, repetición e improvisación; Eugene Chadbourne, que integraba elementos del jazz de vanguardia con la música blanca de origen rural; el guitarrista Henry Kaiser; el violonchelista Tom Cora; el guitarrista irlandés Christy Doran y el baterista judío Joey Baron. La revolución neoyorquina se dejó sentir tanto en el tipo de material en el que los músicos se estaban embarcando como en el tipo de técnicas que empleaban para improvisar, recogiendo influencias de todo tipo y fusionándolas sin limitaciones conceptuales. Así, el saxofonista Ned Rothenberg se estableció entre la primera línea de las nuevas generaciones de improvisadores. Otros músicos, como el trombonista Jim Staley, o Tom Varner, un virtuoso de la trompa, se situaron entre los más originales de su generación. Mucho más conocido, el guitarrista Bill Frisell asimiló en su obra influencias del jazz y del rock, pero también del folk, de la música de las marching bands o incluso de la música eclesiástica. Solistas como el violonchelista Hank Roberts, o Mike Shrieve (ex baterista de Santana) pusieron también su capacidad integradora en primera línea.
Web grafía: https://enharmoniacpmt.wordpress.com/2014/11/20/breve-historia-del-jazz-de-los-origenes-a-la-actualidad/
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