Si usted es una de las personas que no se encuentra a gusto con el trabajo que hace, pero aún no ha encontrado una razón para explicar esa sensación, tenga en cuenta esta lista de diez señales brindadas por Mauricio Rodríguez, profesor experto en liderazgo de las universidades Externado y Los Andes.
-No le da retroalimentación oportuna, franca y clara
-El aprendizaje al interior de una empresa debe ir acompañado de la retroalimentación de sus superiores.
-Tiene preferencias en su equipo de trabajo, discrimina a algunos y privilegia a otros por razones personales.
-Justificar ascensos o beneficios por este tipo de motivos rompe el clima laboral en tanto los méritos profesionales ocupan un segundo plano.
-No tiene un plan de desarrollo para su carrera conversado con usted
Como comentamos anteriormente, muchas personas se mantienen en un puesto por el aprendizaje que este les brinda y la proyección laboral que les hará tener.
-Es grosero
«Por ningún motivo se puede tolerar el irrespeto, de ninguna forma», de acuerdo con Rodríguez.
-No tiene tiempo para usted
«Ser jefe, por definición, implica dedicarles tiempo a sus colaboradores», señala Rodríguez.
-No da línea
Rodríguez describe esta señal como «es confuso en cuanto a los objetivos, los métodos, los recursos y los tiempos de las tareas que le asigna».
-No aplica lo que predica
Por eso, la décima señal de un mal superior es que «exige a los demás comportamientos de los que él no es buen ejemplo», afirmó Rodríguez.
Opinión
Para nadie es un secreto que tener un buen jefe es una de las cosas más placenteras que podemos tener laboralmente, ya que esto nos da confianza en las labores que estamos realizando, nos podemos expresar libremente y serán tomadas nuestras opiniones, seremos tratados bien, y se forma una confianza más allá de la laboral. En general seremos personas más apasionadas realizando el trabajo de la mejor manera, puesto que no habrá nadie que nos esté presionando.
De lo contrario si no tenemos un buen jefe, no seremos felices en nuestro trabajo, él puede abusar laboralmente de nosotros poniéndonos trabajo excesivo, no toma en cuenta nuestras peticiones, no tenemos ningún aprecio afectivo, no nos felicita por nuestras labores bien hechas, nos trata con vocabulario soez, etc. El ambiente laboral no sería el más feliz o productivo y a causa de ello ninguno terminaría beneficiándose.
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